EDITORIAL BUENAS NOTICIAS ABRIL 2015

Aun gozando de su plena libertad, muchas personas no son verdaderamente libres porque son esclavos de las circunstancias: el tener que hacer un determinado tipo de trabajo, las relaciones afectivas, la inseguridad pública, etc. Es por ello que ha sido todo un acontecimiento poder entrar en la cárcel de máxima seguridad de Padua (Italia) y compartir allí con los amigos de la Cooperativa Giotto. Desde hace unos 10 años han comenzado este trabajo que permite a prisioneros, en su mayoría de cadena perpetua, poder tener una experiencia que les ayuda a crecer como personas y encontrar el sentido de sus vidas. Es la primera pastelería que trabaja dentro de una cárcel en Italia y allí nos encontramos con hombres recios, que han vivido experiencias límite, pero que su mirada brilla al hablar de su trabajo y las verdaderas delicias que preparan dentro de la cárcel. No sólo se trata de una actividad terapéutica, sino que son verdaderos artistas que han logrado productos de excelencia con premios y reconocimientos en Italia y otros países de Europa. Sus Panettones, las Colombas de Pascua y los dulces que producen todo el año, son adquiridos por distintas personalidades para hacer sus regalos en ocasiones especiales como Navidad, y están disponibles en varios puntos de venta en Italia yotros países; una verdadera muestra de sostenibilidad, porque la producción cubre todos los costos, incluso un ingreso para que los prisioneros ayuden económicamente a sus familias.

Es una experiencia de libertad la que se produce en la persona que trabaja y expresa en esa tarea todo lo que es. La misma mirada llena de esperanza y deseo la vemos en el grupo de jóvenes que han comenzado el curso de instaladores de TV Satelital que realizamos junto a la Fundación Telefónica. Personas con ganas de trabajar y salir adelante con su esfuerzo y su pasión por ser cada día mejores.

Y uno de los retos que tenemos en Venezuela no es sólo trabajar bien y con pasión, sino trabajar con otros. Así ha sido el programa Emprendedores del Mueble que venimos desarrollando con la empresa Masisa y que luego de una fase de formación de formadores de distintos centros de capacitación en varias regiones del país, ha comenzado a implementarse atendiendo a varios grupos de jóvenes que quieren emprender.

Con este mismo espíritu vemos cómo varias egresadas de nuestros programas se incorporan a colaborar con nosotros, realizando labores de coordinación de actividades, hasta el seguimiento y acompañamiento de nuevos grupos. Nos sentimos honrados de ver el espíritu de colaboración y ganas de trabajar y construir juntos que existe en estas estupendas mujeres.


Al igual que nuestros amigos de la Cooperativa Giotto en una cárcel, nosotros en la compleja realidad venezolana podemos experimentar la libertad en el trabajo y que todo lo que hacemos es “un pequeño pero real signo que, con un trabajo verdadero, recomenzar es posible. Siempre”.

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