UNA OPORTUNIDAD PARA TRABAJAR Y AMAR
En 2014 hicimos con
varios aliados un curso de emprendimiento en mecánica automotriz en la ciudad
de Guacara (a unos 154 kms de Caracas) y una de las prioridades que nos pusimos
para este año 2015 fue hacer seguimiento a los chicos que se habían graduado,
no solo en este programa sino en todos los que hacemos en Trabajo y Persona.
Mariloly, que es mi
mano derecha en el trabajo, y también es mucho más atenta a las personas que
yo, se sabe los nombres y las historias de todos. Ella averiguó que uno de
estos chicos de la mecánica había perdido el trabajo por rehusarse a ser soplón
del sindicato, entonces se interesó por él. Averiguó que tenía una historia
dramática, que se había quedado sin casa y estaba viviendo en casa de su
abuela, en el mismo cuarto de su papá que tiene solo 15 años más que él. Como
no conseguía trabajo le piden que lave la ropa para colaborar, y también hace
trabajos a destajo porque no encuentra
algo estable. Le alcanza solo para comer arroz y su padre compra de vez en
cuando hamburguesas, come frente a él sin ofrecerle nada. Cuando le pagan con
comida lo cuenta con mucha alegría por la novedad que representa.
A su vez tiene una
relación con una novia desde hace años. A ella le ha ido muy bien y ahora ya ha
quedado fija en una empresa importante. Sin embargo, la familia de la chica lo
desprecia porque dice que no es nadie por no tener trabajo y no estar estudiando.
Aun así siguen la relación desafiando a todos.
Hace unos meses me
tocó viajar a la zona porque Mariloly no pudo ir y el chico me busca para
hablar. Llega sudado y cojeando, y cuando le pregunto por qué, con vergüenza me
dice que tiene el zapato roto porque vino caminando unos 15 kms porque no tenía
para el pasaje. Vino sólo para contarme de la relación con su novia y sus ganas
de seguir estudiando o conseguir un trabajo!
Luego de ofrecerle
agua porque no me la pidió, me comenta que su novia ha empezado a tener presión
de sus compañeros de trabajo, amigos y familia, y él se siente mal porque no
puede invitarla a salir de vez en cuando porque en la casa de la chica no lo
quieren ver. Por esto el decide terminar la relación con ella, porque no quiere
que sufra por su culpa.
Yo pensaba para mí, si
esto no es amor ¿qué cosa puede ser? Este chico ama más el destino de su novia
que el hecho de estar con ella.
Lo que si me pide es
una oportunidad para entrar en un nuevo curso que estamos organizando. A diferencia
del anterior, este ofrece un título universitario, formación más intensiva con
una empresa automotriz internacional y además incluye desayuno y almuerzo. Él
quiere salir adelante y poder demostrarse a sí mismo y a su chica que lo puede lograr.
Como despedida de la relación la chica le da el dinero para pagar la foto que
tiene que poner en la planilla de pre-inscripción al curso.
Frente a esto yo le
digo que estaremos atentos, pero que tiene que hacer el proceso igual que todos
los interesados y esforzarse al máximo. Luego de un mes, fue una grata sorpresa
ver que en el proceso de selección había quedado con todos los méritos para
entrar en el curso, por lo cual si bien estuvimos atentos no hizo falta mucha
ayuda porque se ganó su puesto con esfuerzo.
Esta semana pasada comenzó
el curso y me lo encuentro. Esta feliz y comienza a contarme de su vida y me
desarma con las novedades: su chica en contra de toda su familia y viendo su
honestidad y esfuerzo lo ha buscado nuevamente. Y no solo eso, sino que dando
un paseo entran a un local, pide presupuesto de unos anillos, paga la mitad y
ella le pide a él para comprometerse porque ve que es el hombre con quiere
compartir el resto de su vida.
Y no termina allí, me
dice que lo ha hablado con su novia y que ella quiere conocernos a Mariloly y a
mí, que nos quieren invitar a comer algo sencillo, y sin pedirnos nada y sin
aportes económicos lo que más les interesa es que seamos el año próximo los
padrinos de su boda en la iglesia.
No puedo reaccionar en
el momento por la sorpresa, mi corazón grita un SI, pero no sale. Me quedo frío,
llegan otros muchachos y se queda hasta ahí la conversación. Esa misma noche me
llega este mensaje de texto:
“Buenas noches Alejandro como estas? Yo sé que
nosotros hemos tratado muy poco, pero de verdad que yo estoy muy agradecido con
la Sra. Mariloly y con usted por toda la ayuda que me han brindado. También sé
que ayer no hablamos mucho y que ustedes cuando vienen tienen cosas más
importantes que hacer. Pero me gustaría que usted y Mariloly sean los padrinos
de mi boda. Para mí es muy importante eso y la manera de incluirlos es la
manera de demostrarles que ustedes para mí son muy importantes. El matrimonio
no será para este año pero el siguiente Dios mediante sí. Me han pasado muchas
cosas buenas de la última vez que hablamos hasta ahorita y yo sé que para mí
vienen más cosas buenas y tiempos mejores. Ahora tengo muchas más ganas de
seguir adelante. Me prepararé todo lo
que pueda, cada día aprenderé al máximo y daré lo mejor de mí así como siempre
lo he hecho. De verdad muchas gracias por todo estaremos en contacto.”
Quienes financian los
proyectos siempre piden que haya un alto impacto. Muchos beneficiarios y
grandes cambios, pero qué mayor cambio puede ocurrir que un muchacho en
Venezuela quiera seguir estudiando, quiera progresar y que incluso su chica lo
busque para pedirle que se comprometan y luego hacer partícipes a nosotros de
un sacramento como el matrimonio!
Este es el impacto que
vale la pena, el que comienza por el deseo del corazón de un muchacho que se
levanta frente a toda adversidad, que ama al trabajo y reconoce que en una
unión por amor y frente a Dios se juega la vida. Viviendo esta experiencia me
doy cuenta que es cierto lo que decía Don Giussani: “las fuerzas que cambian la
historia son las mismas que cambian el corazón del hombre”. Yo pido que Dios
siga abrazando mi miseria y me permita seguir siendo instrumento de un cambio
así, de una esperanza así, porque reconozco que este muchacho y yo somos
iguales, que necesito gente que venga a mi encuentro, me valore por lo que soy
y me dé la oportunidad de trabajar y amar.
Sencillamente me quedé sin palabras... impresionante!
ResponderEliminarFelicidades y que esta experiencia sea un empujón para seguir trabajando y amando.
Aprovecho para agradecerles las oportunidades que me dan de hacer al menos un pequeño porcentaje de lo que ustedes tan bien hacen.
Un abrazo.
Yo pido que Dios siga abrazando mi miseria y me permita seguir siendo instrumento de un cambio así, de una esperanza así, porque reconozco que este muchacho y yo somos iguales, que necesito gente que venga a mi encuentro, me valore por lo que soy y me dé la oportunidad de trabajar y amar.
ResponderEliminarGracias a la gran oportunidad de trabajar contigo, estoy viviendo el sentido real del trabajo en la vida: "el otro restituye mi humanidad"
Definitivamente experiencias como estas, muestran que si hay jóvenes que desean echar para adelante, solo necesitan una mano amiga que los ayude a lograrlo, de hecho confirman las palabras que se encuentran registradas en romanos 20:35: "En todas las cosas les he exhibido que por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tiene que tener presente las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo:'hay mas felicidad en dar que en recibir'". La satisfacción que queda cuando ayudas a alguien necesitado y y lo agradecidos que nos sentimos cuando recibimos esa ayuda, son cosas que no se pueden comprar ni con todo el oro del mundo. Por eso y mucho mas, mis mas sentidas felicitaciones y que Jehová los siga dirigiendo a esas personas que necesitan una mano amiga...
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