EDITORIAL BUENAS NOTICIAS AGOSTO 2017

Este mes escuché a un amigo musulmán decir que "lo extraordinario es hacer con amor las cosas ordinarias", lo cual es un parafraseo de un concepto que Santa Teresa de Calcuta, San Juan Pablo II y el mismo papa Francisco ya habían expresado; pero  que viniera de él lo hacía más interesante, lo cual me hizo buscar las citas originales y pensar mucho al respecto.

El día a día en Venezuela no hay que explicarlo mucho, de eso se encargan otros que saben más que yo, pero sin duda es bastante dramático; sin embargo, es dentro de circunstancias como las que vivimos donde nos toca mirar de manera más atenta y dar a conocer estos momentos verdaderamente extraordinarios:

Así ha sido encontrar de nuevo a Henry, uno de nuestros  egresados de la primera cohorte del Programa de Emprendedores del Mueble,  iniciado hace 5 años. Para nosotros, luego de buscarlo por más de dos años, él estaba perdido; pero para él, nosotros lo habíamos abandonado. Salvando todos los motivos y desencuentros que nos trajeron hasta aquí, lo que al final vence toda interpretación o culpa es el valor del encuentro, el valor de haberlo encontrado y que estuviese vivo, porque nos cuenta que lamentablemente  a dos de sus compañeros de curso los asesinaron.

No basta entonces con hacer acompañamiento a nuestros egresados, sino que hay que hacerlo con amor, como lo hizo Ernesto, uno de los pasantes de verano: se tomó en serio y con amor la tarea que le pidieron de buscar a los egresados para que lo extraordinario ocurriera. Eso se traduce también en paciencia, persistencia y creatividad. Y cuando sucede, la alegría vence todos los peros y culpas del pasado, y solo toca aprender y mirar con esperanza el futuro.

También frente a la falta de presupuesto y oportunidades, nos podemos dar por vencidos o unirnos con otros para ver una oportunidad donde predominaba un futuro incierto. Así lo testimonia  el proyecto que comenzó en un desayuno con José, Gerente General del Hotel J.W. Marriot, y que se convirtió en un nuevo grupo de Emprendedoras de la Belleza junto a nuestro aliado L’Oréal, o la iniciativa del SummerShip que hicimos junto al Impact Hub Caracas y Casa Franceschi, generando  la oportunidad de una experiencia de pasantía de trabajo en Caracas a jóvenes de varias ciudades del país.

Frente a fórmulas desgastadas y grandes gestas, no subestimemos ni dejemos de lado el valor de estos encuentros: desde la multitud que escuchó y se conmovió en el Meeting de Rimini con los testimonios de Ana Cristina Vargas, Sumito Estévez y mi persona, compartiendo sobre el trabajo que hacemos, hasta el reencuentro con Henry.

Hay muchas formas de lograr que la situación mejore, unas son más inmediatas y riesgosas, y otras se tardan más; pero sin duda lo mejor es lo que podemos hacer para contribuir al bien común. Por eso, comencemos a volver las cosas ordinarias en extraordinarias.
Alejandro Marius

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