UN NUEVO RETO: TRABAJAR CON
No es fácil mirar a la cara a los
problemas, los constantes cambios del entorno, la mentalidad siempre al acecho
del facilismo y el dinero mal ganado. ¿Qué hacen los hombres cuando se les
presenta un riesgo grave? (y hoy el trabajo representa un grave riesgo para
todos) Ante un riesgo grave los hombres saben hacer sólo una cosa: unirse. La palabra company – traducción inglesa de la italiana compagnia – nació en Florencia y Siena en el siglo XIII. La
“compagnia”, era el grupo de mercaderes que tenían que hacer un largo viaje
hacia Flandes o navegar hacia Baleares o Jerusalén. Era un viaje muy arriesgado
y la compañía era el modo adecuado que tenían los empresarios de entonces para
afrontar el riesgo. San Bernardino de Siena (antes que Calvino y Weber), decía
que el prophicuum (el beneficio), era
lícito para los que formaban la compagnia
porque respondía al riesgo que esta comportaba. De la misma manera toda la
tradición del cooperativismo nace del hecho de ponerse juntos frente a una necesidad. En Europa aún están en pié cooperativas que
nacieron el siglo pasado en diversos sectores como en la banca o producción y
venta de alimentos y que, partiendo
de distintas experiencias tanto religiosas o ideológicas, reconocían el valor de juntarse y construir
para el bien de todos.
Entonces
el reto que se tiene hoy en día no es solamente trabajar bien, sino también el
hecho de trabajar juntos. Es el momento de recuperar esta tradición del trabajo
que afirma el valor que tiene el simple hecho de trabajar para la dignidad de
la persona y la educación como factor de comunicación de una experiencia.
A partir de esto es un paso natural el emprendimiento (tanto social como con ánimo de lucro), porque quien trabaja con una conciencia así y se toma en serio las necesidades busca superarse, se junta con quien comparte el mismo ideal, pone todas sus capacidades y comienza a innovar en productos, servicios y formas de hacer las cosas. Es necesario educar y favorecer personas así, que con una conciencia del trabajo puedan seguir aportando para el desarrollo y el bien común de la sociedad venezolana.
A partir de esto es un paso natural el emprendimiento (tanto social como con ánimo de lucro), porque quien trabaja con una conciencia así y se toma en serio las necesidades busca superarse, se junta con quien comparte el mismo ideal, pone todas sus capacidades y comienza a innovar en productos, servicios y formas de hacer las cosas. Es necesario educar y favorecer personas así, que con una conciencia del trabajo puedan seguir aportando para el desarrollo y el bien común de la sociedad venezolana.
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