EMPRENDER 360. Un modelo innovador de formación al trabajo

Aún existe el mito que para salir adelante y progresar es de vida o muerte tener una carrera universitaria, y si bien es cierto que siempre se necesitan médicos, ingenieros, abogados, economistas y muchas otras profesiones, también es indispensable para el desarrollo nacional que exista gente preparada, dispuesta y con pasión para trabajar en otros sectores igual de necesarios. En nuestro país es una odisea encontrar buenos carpinteros, plomeros, electricistas, mecánicos, costureras, por mencionar algunos, y estos oficios tienen en común que además de ser muy requeridos como colaboradores para trabajar en una empresa pueden constituirse en emprendimientos que inician con un autoempleo y luego pueden, poco a poco, desarrollarse aún más.
 
 

El punto de partida es la concepción misma del trabajo como posibilidad de dignificación de la persona, su crecimiento y expresión de todo su potencial como ser humano. A través del trabajo la persona se conoce más a sí misma y además es “socia” de Dios en la creación, usando todo lo que nos ha sido dado para generar bienestar a la sociedad y así favorecer el bien común. De esta experiencia de trabajo, el emprendimiento es una modalidad en la cual las personas que se sienten llamadas a ello arriesgan su libertad de manera decidida y positiva.

Una de las pocas fuentes de personas especializadas en oficios para el sector productivo del país son los centros de capacitación para el trabajo, donde jóvenes realizan un recorrido educativo que corresponde a las necesidades de un sector específico y que hoy en día tienen las siguientes características:
  • son insuficientes en relación a la demanda,
  • la mayoría ofrece solamente una capacitación técnica y humana faltando el componente del emprendimiento
  • existen niveles altos de deserción por la falta de incentivos al estudio,
  • en algunos casos los oficios no se adaptan a las nuevas exigencias del sector empresarial,
  • muchos de los graduados van al sector informal frente a la dificultad de encontrar un empleo estable.
Para trabajar en la solución de muchos de estos factores serían necesarias un conjunto de acciones de diversos actores, incluyendo políticas públicas, que favorezcan un sistema virtuoso para este gran segmento de la población. Sin embargo, existen algunas iniciativas positivas que dan respuesta reforzando una formación al emprendimiento pero de manera genérica, no adaptada al oficio y con un enfoque orientado a superar la principal barrera a la hora de emprender: el acceso al crédito.

En base a la experiencia que hemos tenido en Trabajo y Persona recorriendo distintos centros de capacitación para el trabajo a nivel nacional y escuchando las necesidades de inversión social de varias empresas, en un modelo que favorezca los negocios inclusivos, ha nacido Emprender 360. Esta propuesta de formación integral tiene cuatro áreas:
  • Capacitación técnica, en un oficio que atiende las necesidades del entorno y la capacidad del emprendedor;
  • Emprendimiento, con una nueva concepción de hacer empresa que parte de la realidad, busca la sostenibilidad, se adapta de manera específica a un oficio y coloca en el centro a la persona;
  • Desarrollo humano, para que el participante se conozca y se relacione mejor con otros; y
  • Acompañamiento cercano de la experiencia formativa para procurar una puesta en práctica de lo aprendido.
 
De esta forma se comienza a generar un círculo virtuoso favorecido por Trabajo y Persona, pero donde participan actores claves como: empresas, universidades y los centros de capacitación para el trabajo. Éstos últimos son los factores determinantes de esta innovación social, ya que implementando Emprender 360 generan propuestas formativas complementarias a las actuales, que se orientan al emprendimiento en oficios adecuados a su entorno favoreciendo el cambio en la vida de tantas personas.

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