EDITORIAL BUENAS NOTICIAS ENERO 2015
Por más que intentamos planificarlo
el 2014 fue más grande, inesperado y distinto de lo pensado. Creemos firmemente
en que tenemos que trazarnos objetivos y trabajar para alcanzarlos, pero
también como ha dicho el Papa Francisco “la realidad es superior a la idea”
(Evangelii Gaudium 231). En Venezuela la realidad nos ha mostrado la
pertinencia de nuestro trabajo a través de hechos concretos. Luego de un primer
semestre lleno de dificultades, incertezas y violencia, habernos mantenido
firmes en nuestro camino dio sus frutos: emprendedores de la mecánica fue una
realidad en Carabobo, se dieron pasos importantes en la Agricultura Orgánica en
La Guajira, dos grupos de emprendedoras de la belleza, formación de formadores
en Emprender 360 a nivel nacional, aprobación del primer diplomado para
maestros carpinteros del país, cerca de 500 graduadas como emprendedoras del
chocolate en Caracas y el estado Miranda y más de 22 mil bombones con la
colección San Benito. Y cuando llegamos a Mérida en medio de las protestas de
febrero y fuimos a Bailadores, no imaginábamos que también se graduaría el
primer grupo de chocolateras en ese bello y acogedor pueblo de los andes
venezolanos.
El “hacer” puede traernos muchas satisfacciones, incluso
cometiendo errores que nos hacen aprender constantemente, pero no podemos
resumir lo que somos a los resultados de nuestras acciones. Lo que nos mantiene
caminando no es tanto nuestro “hacer”, la suma de nuestras voluntades, el
impacto positivo de nuestros proyectos, sino la claridad de quienes somos, la
conciencia de nuestro “ser”. Es por ello que a mitad de año encontramos un
espacio y tiempo para ir a visitar a nuestras amigas del Monasterio Benedictino
Trapense de Humocaro Alto (Edo Lara), y también realizamos nuestro encuentro
anual con invitados de primer nivel para profundizar el valor del trabajo como
factor de desarrollo. No existe un punto de partida neutro para las acciones de
cualquier persona u organización, todo lo que hacemos consciente o
inconscientemente parte de nuestra identidad, de lo que nos define, y a partir
de allí se impregna todo. Es por ello que, al igual que lo hicimos con el
contenido de nuestro encuentro anual, queremos compartir con todos nuestro
lectores una pequeña publicación que documenta el dialogo que tuvimos con las
hermanas del Monasterio de Humocaro (haciendo clic aquí) en mayo del 2014.
Este año lo hemos comenzado con mucha
esperanza. No sólo porque estamos ya trabajando intensamente y con varios
proyectos, tampoco por un optimismo infantil frente a todos los problemas del
país, sino porque tenemos la certeza que nuestro trabajo tiene una concreción a
corto plazo, pero un respiro tan amplio que apunta a la construcción de la
persona, y entonces de todo el mundo; y en esta tarea sería ingenuo pensar que
el modo, el tiempo y las fuerzas son solo nuestras. Nos queda claro que cada
vez es más urgente seguir una Presencia concreta que da sentido a la vida, y de
la cual el Papa Francisco es un testigo fiel y contemporáneo.
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