EDITORIAL BUENAS NOTICIAS JULIO 2015 ESPAÑOL / ITALIANO


EDITORIAL EN ESPAÑOL
Mientras asesinan a tiros al hijo de uno de nuestros estudiantes del programa Emprendedores del Mueble en San Félix, a un ex-alumno del programa de mecánica lo echan de su trabajo por no querer convertirse en un soplón del sindicato en Guacara y ahora no tiene para comer; también la graduación de un grupo de chicos en Cumaná se vio amenazada por no poder terminar sus muebles del proyecto final, porque no hay tinner y el sellador aumentó el doble en un mes; sumado a esto, uno de los jóvenes del Diplomado de Mecánica Automotriz no fue a su graduación porque un familiar le robó la ropa. Así podríamos continuar una larga lista de dificultades que vamos encontrando a la cual cada uno pudiera sumar las suyas y las de su entorno.

Frente a todo esto, ¿por qué podríamos estar contentos y seguir trabajando con ganas? No se trata de cinismo sino de realismo. Es verdad que vivimos en un país lleno de dificultades, pero también de muchas bendiciones: maestras chocolateras venezolanas (y una francesa) conquistaron Los Andes venezolanos, pero sobre todo fueron conquistadas por un grupo de Emprendedoras del Chocolate y por el padre Edduar en Bailadores, que no solo se cree sino que vive la fe con obras y las obras con fe; de esa forma el impacto con la persona se convierte en un impacto social.

En el otro extremo del país, una joven de 16 años (que ya tiene un hijo de un año y una sonrisa igual de bella que las playas de su querida ciudad), se gradúa junto a otros compañeros como Emprendedores del Mueble en Fe y Alegría de Cumaná y reciben la visita de un Gerente de Masisa; esto se traduce en más graduados y más muebles en las ciudades de Cumaná, Barquisimeto y El Tigre.

Mientras que en Caracas el mejor pastelero francés se queda sin palabras y conmovido frente a la experiencia de las Emprendedoras del Chocolate y sus productos, gracias al curso organizado por la Cámara Francesa donde estas fueron becadas; también en la capital, los chicos que terminan el curso de instalación de antenas de TV Satelital que hacemos junto a Fundación Telefónica en Invecapi, El Rosal, ya encontraron  pasantías y un posible trabajo. Sin respirar mucho ya comienza otro grupo a formarse.
 

Como si fuera poco ya la gente no solo va a la universidad sino que la universidad va a la gente: mientras a mediados de mes en Caracas un grupo de 33 Emprendedores del Chocolate se graduaron en la Universidad Simón Bolívar con la presencia de empresarios, autoridades académicas y el embajador de la república italiana; en Valencia el mes culmina con la graduación de 30 jóvenes en la Universidad de Carabobo gracias al trabajo que llevamos junto a Ford Motor de Venezuela, la fundación de la misma universidad y el Centro Jesús Obrero de Guacara.

“¿Que le hicieron a mi hijo?, ahora tiene aspiraciones, quiere trabajar”, nos decía la mamá de uno de los muchachos mecánicos de Valencia, y otra nos contaba como a pesar de que robaron a su hijo varias veces porque debía salir a las 4:00 am para llegar a las clases, no faltó a ninguna de ellas.

Como ha dicho San Ignacio de Loyola: “Haz todo como si dependiera de ti pero confiando en que todo depende de Dios”; esto no solo tranquiliza y baja los niveles de estrés sino que pone en perspectiva el valor de nuestro trabajo y nos lleva, con esperanza, a recorrer todo el país y a compartir estas buenas noticias.

EDITORIALE IN ITALIANO
Mentre assassinano a colpi di pistola il figlio di uno dei nostri studenti del programma Imprenditori del Mobile a San Félix, licenziano un ex-alunno del programma di meccanica per non aver voluto diventare un informatore del sindacato a Guacara che adesso non ha di che vivere; inoltre è stata messa a rischio la promozione  di un gruppo di ragazzi a Cumana che non potevano terminare i mobili del progetto finale, perché non ci sono prodotti per finire, e il costo del materiale è raddoppiato in un mese; in più, uno dei giovani diplomati di Meccanica Automotrice non è potuto andare alla consegna del diploma perché  un familiare gli aveva rubato i vestiti. Potremmo continuare così con un lungo elenco di difficoltà  che stiamo incontrando, alle quali ognuno potrebbe aggiungere le sue e quelle che lo circondano.


Di fronte a tutto questo, perche potremmo essere contenti e lavorare con la voglia di farlo? Non si tratta di cinismo ma di realismo. È vero che viviamo in un paese pieno di difficoltà , però anche di molte benedizioni: le maitres chocolatiers venezuelane (e una francese) hanno conquistato le Ande venezuelane, però soprattutto sono state conquistate da un gruppo di Imprenditrici del Cioccolato e da padre Edduar a Bailadores, che non crede solamente ma vive la fede con le opere e le opere con fede; in questa maniera l'impatto con la persona si trasforma in un impatto sociale.


Nel frattempo  a Caracas il miglior pasticciere francese rimane senza parole e commosso di fronte all'esperienza delle Imprenditrici del Cioccolato e ai loro prodotti, grazie al corso organizzato dalla Camera Francese dove hanno avuto le borse si studio; anche nella capitale i ragazzi che hanno terminato il corso di istallazione di antenne per la tv satellitale che facciamo insieme a Fundacion Telefonica a Invecapi El Rosal, hanno già trovato degli stage e un possibile lavoro.  Senza perdere tempo gia si comincia a formare un altro gruppo.



All'altro estremo del paese, una giovane di 16 anni (che ha gia un figlio e un sorriso tanto bello quanto le spiagge della sua cara città ) si diploma insieme a altri compagni come imprenditori del Mobile a Fe y Alegria a Cumana, e ricevono la visita di un direttore di la azienda Masisa; questo si traduce in più  diplomati e più mobili nelle città di Cumana, Barquisimeto e el Tigre.

Come se fose poco la gente ormai non solo va all'università , ma l'università va dalla gente: mentre a metà del mese a Caracas un gruppo di 33 imprenditori del cioccolato si sono diplomati all'universita Simon Bolivar alla presenza di imprenditori,  autorità  accademiche e l'ambasciatore  della Repubblica Italiana; a Valencia il mese finisce con il diploma di 30 giovani all'Università di Carabobo grazie al lavoro che portiamo avanti insieme a Ford Motor Venezuela , la fondazione della stessa universita e il centro Jesus Obrero di Guacara.         

"¿Che cosa avete fatto a mio figlio? Adesso ha delle aspirazioni, vuole lavorare" ci diceva la mamma di uno dei meccanici di Valencia, e un'altra ci raccontava di come nonsotante avessereo rapinato suo figlio varie volte perche doveva uscire alle 4 del mattino per arrivare alle lezioni, non ne aveva saltata una.
Come ha detto Sant'Ignazio di Loyola: "Fai tutto come se dipendesse da te, però confidando che tutto dipende da Dio"; questo non solo tranquillizza e abbassa il livello di stress ma mette in prospettiva il valore del nostro lavoro e ci porta, con speranza, a percorrere tutto il paese e a condividere queste buone notizie.

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