EDITORIAL BUENAS NOTICIAS MAYO 2018


“El trabajo es la expresión total de la persona. (…) Si el hombre es relación con el infinito, con lo eterno, con el Misterio, entonces el trabajo afecta verdaderamente a todo, a todas las expresiones de la persona, pues todo lo que expresa a la persona como relación con el infinito se llama ˋtrabajoˊ”, Don Luigi Giussani (El Yo, el Poder, las Obras).
 
Esta dimensión trascendente de la persona entonces está ligada íntimamente con la dimensión trascendente del trabajo. Porque “persona y trabajo son dos palabras que pueden y deben juntarse. Porque si pensamos y decimos trabajo sin decir persona, el trabajo termina por convertirse en algo inhumano que, olvidándose de las personas se olvida y se pierde a sí mismo”, Papa Francisco (Discurso a la Confederación Italiana del Sindicato de Trabajadores - 28/06/2017).

Tan es así que basta mirar los millones de personas excluidas en el mundo, que viven en condiciones límites y no han tenido acceso a un trabajo. Por ello, cuando a un ser humano se le niega su derecho a la educación para que pueda tener un trabajo digno, o se intenta de manera asistencialista ofrecerle lo mínimo para vivir, pero no se generan oportunidades para que pueda trabajar, se está destruyendo a la humanidad.


 
Me identifico mucho con la consigna de los movimientos populares, siempre luchando por las 3T: Tierra, Techo y Trabajo. Estas deben ser complementarias y no pedirlas por separado, porque el riesgo del asistencialismo y la comodidad siempre están al acecho. No se trata de repartir riqueza, sino de generarla y para ello hace falta educar a las personas para que se conviertan en protagonistas y trabajen de la mano con todas las instituciones de una nación en favor del bien común.

Para que eso sea posible no bastan, solamente, sistemas políticos perfectos o un mercado que funcione, sino garantizar las mismas oportunidades para todas las personas (educación, salud, alimentación, seguridad y libertad), y eso debería ser la prioridad de todo Estado. Mientras eso no exista es más difícil, pero no imposible, porque viendo la experiencia de muchos de nuestros egresados podemos ver que vale la pena todo el esfuerzo del mundo para dar oportunidades y que cambie una sola persona. Luego, el mundo cambiará a su tiempo.

Alejandro Marius

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