EL TIEMPO ES SUPERIOR AL ESPACIO

Luego de la introducción que hice a inicios de septiembre, no podría haber previsto que el Misterio se encargaría de que entendiera de manera dramática, estos principios que propone el Papa Francisco en la Evangelii Gaudium, tanto a nivel personal como social en Venezuela.

“Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos pone delante. El «tiempo», ampliamente considerado, hace referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es expresión del límite que se vive en un espacio acotado.” EG (222)



Frente a la enfermedad de papá, su agonía y muerte el pasado 03 de Octubre, al igual que frente a la crisis que vive Venezuela, o las metas que tenemos en nuestros proyectos, pareciera que el tiempo es nuestro enemigo. Queremos que las cosas sucedan en nuestros tiempos: la menor inversión, el menor dolor, el menor sacrificio y el menor tiempo posible para lograr la mayor ganancia, la realización y el éxito. Que el tiempo haga “referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre” es algo difícil de procesar en nuestra mentalidad post-moderna.

“Este principio permite trabajar a largo plazo, sin obsesionarse por resultados inmediatos. Ayuda a soportar con paciencia situaciones difíciles y adversas, o los cambios de planes que impone el dinamismo de la realidad. Es una invitación a asumir la tensión entre plenitud y límite, otorgando prioridad al tiempo.” 
EG (223)

Me doy cuenta que el tiempo de dolor y sufrimiento de papá fue el adecuado para él y para nosotros, que muchos proyectos que no se han dado en mi trabajo era porque no era su tiempo, que mis hijas necesitan su tiempo para entender ciertas cosas que no se pueden forzar, que la relación con mi esposa necesita de tiempo para madurar y volverse más plena. El tiempo no es un enemigo, es un gran aliado y de verdad me ayuda a ponerme en una perspectiva adecuada en la vida. De esa conciencia nace la paciencia para vivir cada situación difícil y también la perseverancia necesaria. El tiempo pareciera ser el ingrediente necesario para vivir la fe, para poder reconocer la presencia de Cristo obrando en la realidad. A alguien que le gusta jugar, siempre quiere más tiempo en la cancha, no menos.

Iniciar procesos más que poseer espacios

A nivel social sucede con frecuencia este mismo fenómeno, el error de toda revolución y la tentación de toda política que se reduzca a únicamente una participación partidista, corre el mismo riesgo. Se piensa que ocupar “espacios” de poder es la única solución a los problemas de las personas.

“Uno de los pecados que a veces se advierten en la actividad sociopolítica consiste en privilegiar los espacios de poder en lugar de los tiempos de los procesos. Darle prioridad al espacio lleva a enloquecerse para tener todo resuelto en el presente, para intentar tomar posesión de todos los espacios de poder y autoafirmación. Es cristalizar los procesos y pretender detenerlos.” EG (223). Por eso resulta tan común que las sociedades y en especial los partidos políticos se movilicen con especial fuerza en momentos electorales, porque la única solución que se logra ver es llegar al poder, ocupar espacios de poder para desde allí generar los cambios.

Es necesaria la participación y concurrencia de todos los factores que componen una sociedad, por eso es válida la presencia de los partidos políticos, sindicatos y todas las organizaciones que hacen vida en una sociedad civil. Pero los cambios más duraderos y estables se dan en el tiempo, no de inmediato. En Venezuela tenemos que favorecer una “cultura del encuentro”, donde en todas las instituciones y formas de organización de verdad se favorezca el protagonismo de la persona y el bien común.

Para ello es necesario educar, y la educación es un proceso no un espacio a conquistar. El tiempo es clave en la educación de las personas y de toda una sociedad. “El tiempo rige los espacios, los ilumina y los transforma en eslabones de una cadena en constante crecimiento, sin caminos de retorno. Se trata de privilegiar las acciones que generan dinamismos nuevos en la sociedad e involucran a otras personas y grupos que las desarrollarán, hasta que fructifiquen en importantes acontecimientos históricos. Nada de ansiedad, pero sí convicciones claras y tenacidad.” EG (223)

Termina el Papa Francisco este punto con una reflexión útil para todos, no solo para los que hacen política, sino para todo adulto que tiene una responsabilidad como trabajador, padre, esposo, hijo, estudiante o ciudadano: “A veces me pregunto quiénes son los que en el mundo actual se preocupan realmente por generar procesos que construyan pueblo, más que por obtener resultados inmediatos que producen un rédito político fácil, rápido y efímero, pero que no construyen la plenitud humana. La historia los juzgará quizás con aquel criterio que enunciaba Romano Guardini: « El único patrón para valorar con acierto una época es preguntar hasta qué punto se desarrolla en ella y alcanza una auténtica razón de ser la plenitud de la existencia humana, de acuerdo con el carácter peculiar y las posibilidades de dicha época »".

Muchos dicen que estamos en un cambio de época, entrando a una nueva con características particulares. Ayudémonos a profundizar y preguntarnos cómo vivimos cada aspecto de nuestra vida y el valor que le damos al tiempo, a iniciar procesos en vez de ocupar espacios.

Comentarios

  1. Gracias Alejandro por estas reflexiones a partir de la experiencia a la que el Señor les ha provocado en estos últimos tiempos. Un abrazo, Luca

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  2. Gracias Alejandro. A mí también esto de "abrir procesos y no conquistar espacios" me ha provocado mucho y quisiera entenderlo más. Tu reflexión me ayuda. Un abrazo, Sergio Madera

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